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EL PODER DEL IMPERIO

junio 26, 2007

 Si en el siglo XIX estaban claras la dialéctica entre lo interno y lo externo, que señalaba Marx, a través de las  relaciones de dependencia y de explotación; en la  actualidad como señalan los autores del artículo se  hace cada vez más difícil poder distinguir al ente subordinador.

 

Si apreciemos el desarrollo del espacio urbano a través del siglo, podemos descubrir que la estructuración del espacio ha ido cambiando. Atrás han quedado los barrios y casas con espacios destinados al esparcimiento y el ocio, surgen  malls por doquier, la ciudad se extiende verticalmente, viejas casas con grandes extensiones verdes son demolidas para darle mayor “rentabilidad” al espacio. La ciudad nos llama a consumir: su extensión hace imposible atravesarla sin desembolsar algo (salvo algunos BIP disconforme ); las ofertas de último minuto aparecen cada día, la cuota más baja del mercado no se puede dejar pasar.

 

El ente urbano en su conjunto actúa de explotador capitalista. El Imperio habita en cada rincón de nuestra polis. ¿Cómo lo enfrentamos?

 

A diferencia de los autores, creo que la única solución posible para enfrentar al Imperio globalizado es la cruzada personal. Ya han fracasado las organizaciones internacionales, las nacionales, regionales, comunales y vecinales. El  Imperio se enfrenta desde dentro del ser, desde el interior del hombre, porque el Imperio ya no es la puesta en práctica de un grupo capitalista , el Imperio es el resultado de las decisiones personales que tomamos cada día . La alienación del hombre es el resultado de sus propias preferencias y de sus elecciones cotidianas.

 

Pero ¿cómo nos enfrentamos personalmente al Imperio, si todo nos llama a someternos a él? Ya no estamos en la época precapitalista, cuando era totalmente posible sustraerse al consumo  y asegurarse una existencia a través del propio trabajo. Necesitamos consumir para subsistir, por tanto necesitamos trabajar para el Imperio. Además, se nos presenta otra problemática: El Imperio nos entrega posibilidades de superar ciertos problemas en forma fácil y expedita. Esto se hace palpable en el tema de la salud: ¿hiperactividad? Solución ritalín; ¿resfrío? Antibiótico; ¿le falta dormir? Entonces tome batery, ¿estamos disconformes con nuestra imagen física? Entonces la transformamos.

 

 

Se nos hace difícil negarnos a nosotros mismos y a otros las aparentes bondades del Imperio. Por eso ratifico que la cruzada es personal, las decisiones las tomamos cada día, principalmente en dos ámbitos. Si queremos comenzar a superar al Imperio  deberíamos partir haciéndonos dos preguntas personales:

 

¿CÓMO VIVIMOS NUESTROS MOMENTOS DE OCIO?

 

¿CÓMO SATISFACEMOS NUESTRAS NECESIDADES?

 

F.

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