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Publicidad Kitsch

junio 25, 2007

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Susan Sontag no ahonda en su artículo sobre la diferenciación entre lo camp y lo kitsch, simplemente dice que no son lo mismo. Pero hay diferencias radicales entre ambos conceptos. A lo puramente estilístico, artificioso y no – comprometido de lo camp, se le opone el complejo (al menos originalmente) concepto de lo kitsch.

Según el clasiquísimo autor de la clasiquísima novela “La insoportable levedad del ser”, lo kitsch es negar u ocultar algo que existe pero que no queremos reconocer (en ese sentido es también artificio y teatralización de la experiencia): “el kitsch es la negación absoluta de la mierda; en sentido literal y figurado: el kitsch elimina de su punto de vista todo lo que en la esencia humana es esencialmente inaceptable”. Que nos enseñen de chicos que fuimos creados a imagen y semejanza de dios, pero que en todas las representaciones que vemos o leemos de él coma y tome pero no cague es kitsch. Un político que abraza a la señora pobre justo cuando lo enfoca la cámara, películas inocentonas y amorosas en tiempos de guerra, lo que muestran los medios de comunicación y las manifestaciones artísticas (obvio las permitidas) en un país en dictadura, todos esos son ejemplos que da Kundera sobre manifestaciones kitsch.           

Si pienso en las calles de Santiago hay mil ejemplos kitsch, y uno de los más evidentes e invasivos es la publicidad. Los ejemplos son obvios: la dueña de casa mina y sonriente abrazada al detergente, el auto reluciente con minas ricas adentro, Sergio Lagos feliz y seductor con la tarjeta falabella en la mano, el confort suavecito pero no la caca, las toallitas femeninas para “““esos días”””, hasta don miguel es kitsch.                              (etc etc etc)           

Qué más kitsch que eso, negaciones de lo real para hacerlo más atractivo al consumo, imágenes en que no se muestra “eso”, que omiten lo feo, ocultan lo que nos da vergüenza pero que es ultra cotidiano y compartido.

R.

3 comentarios

  1. Interesante entrada. Me parece súper valorable apropiarse de un concepto y darle ciertas notas personales súper pertinentes. A veces es jodido eso de inventar conceptos nuevos y q todos los usen a-críticamente, es como una especie de violencia epistémica 2.0 Pero concuerdo caleta con tu visión de los kitsch. Es más, mientras leía tu post se me venía a la mente nuestro glorioso campus san joaquín, sobre todo humanidades, con su hormigón, sus fuentes de agua, su pasto artificial, etc. Los centros de estudiantes, donde reina la espontaneidad y la apropiacion del espacio (rayados, murales, asados, etc) estan escondidos, apartados del resto, como si no existieran. El resto es un panorama de pulcritud y corrección, como si todos fuesemos así.Q complicado vivir en un espacio kitsch, es bien difícil transformarlo en un espacio vivido y propio…


  2. publicidad! maldita publicidad, que grande! Que imponente y que impotentes somos frente a ella!! falsas imágenes que nos muestran un mundo perfecto y que queramos o no, nos envuelven y provocan que las sigamos, que consumamos, maldición! ¿y que podemos hacer frente a esto? lo peor de todo que la mayoría de la veces logran entrar a nuestro interior. Y realmente queremos lo que vemos, se convierten en nuestro modelo. Logran que se nos olvide que son modelos falsos, que son un mundo ficticio, y nosotros en nuestra realidad intentamos entrar en este mundo ficticio para extraer algo, lo que sea y convertir nuestra realidad a esa ficción. Ejemplo. Moda militar. Todos todos un par de meses después de la campaña publicitaria, ahí estamos vestidos con la chaqueta militar, ni siquiera lo cuestionamos, simplemente nos gusta. Debe ser bastante extraño venir desde afuera y encontrar a tantos vestidos de militar, así por que si. Roxana, que tema que me angustia y me gusta. Lo kitsch. ¿por que?, ¿por que querer parecer lo que nosotros no somos? ¿porque esa falta de sinceridad? ¿por que preferimos copiar antes que crear lo nuestro? ¿donde esta la originalidad?


  3. Es absolutamente cierto lo que planteas. Nuestro mundo es más kitsch que camp y está claro, más claro que echarle agua. Vivimos en una sociedad a la que no le interesa mostrarse como camp, verbigracia, se muestran kitsch. Todo esto de la imágen está fundado sobre el concepto kitsch: queremos esconder lo que realmente somos, mostrémonos de tal modo. Léase como un somos camp y queremos que nos vean kitsch.
    D.H.



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