h1

Lugares que forman un libro.

junio 5, 2007

danse03ct.jpg

Al Al transitar por Santiago desfilan infinitas imágenes ante mi, pasan silenciosas, lejanas. Me cuestiono el espacio público, en mi cotidianidad son pocos y están casi siempre vacíos, es lejana la idea del espacio público como lugar para expresarse, lugar de libertad. La calle es para transitar más que para relacionarse. Santiago es una ciudad fragmentada. Mientras muchos debaten el futuro de nuestra ciudad, nosotros dialogamos con ella. Santiago se va armando cada día y nos va dando forma en cada momento. Cuando decido dejar el desfile de imágenes y entrar a dialogar con ellas, me doy cuenta que los espacios se dejan leer, que se narran a si mismos, cada “rostro anónimo” en el metro lleva su mundo. Los avisos publicitarios, las murallas, los ruidos, las texturas y los olores guardan su historia y están ahí para que los leamos, nos divirtamos y actuemos con ellos. Es en este momento cuando la frase «Tira los libros, sal a la calle” del cineasta Shuji Terayama se apodera de mi y provoca la creación de “un libro” a medida que transito por Santiago, un libro a partir de un pequeño viaje lleno de líneas de fuga que reflejan la riqueza de nuestra ciudad.

Aparte:

Encontre una poesía de Octavio Paz que describe la sensación que tengo en los espacios de nadie, donde se escriben relatos de nadie formando cuentos de ninguna parte.

HERMANDAD

Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.

Octavio Paz.

5 comentarios

  1. q lindo lo que escribiste, la imagen también me gustó harto…no sé si entendi bn, pero me gustó la idea de pensar la ciudad como un libro – rizoma,de dejar de pensar Santiago como algo fome o sin identidad y darse cuenta que sí hay cosas interesantes y sorprendentes «escritas», que tienen que ver con nosotros, que las hacemos y modificamos cotidianamente y que también están escritas hace años, y que depende de nuestra sensibilidad o voluntad el saber verlas («leerlas») o no
    R.


  2. Tu comentario me hace preguntarme con Sábato «¿Cómo hacen las personas que viven en esta ciudad de millones de habitantes para encontrar un lugar donde conversar con un amigo?…el hombre se está acostumbrando a aceptar pasivamente una constante intrusión sensorial. Y esta actitud pasiva termina siendo una servidumbre sensorial.»
    Durante las vacaciones mi papá recordaba nostálgico esa vida de barrio llena de picardía e intimidad durante su infancia. La gente se saludaba, los vecinos se conocían, las copuchas iban de puerta en puerta. Me impresiona como hoy paso por plazas vacías y calles repletas de una multitud silenciosa en su soledad…
    Pero es verdad, Santiago se puede leer..quedan huellas de la memoria…olores, restos, calores, murmullo….aún es posible tener experiencias aureáticas… No podemos hacernos indiferentes ante la infinita riqueza que se esconde a nuestras naricez…»La Resistencia»!, eso es…leer entre líneas, no dejar que nuestra mente sea embasada, consumida y desechada…nuestra memoria es mucho más que una botella de coca-cola por destapar!


  3. Mi familia (y he de admtirlo: yo también) es de un pueblo bien Macondiano, si hasta su nombre lo dice: Putaendo. Y allá todos se conocen, con nombre y apellido. Y el tiempo no pasa nunca: mi abuela se sigue sentando, las tardes de primavera y verano, en la puerta de su casa, con un pisco sour en la mano, gardel en el tocadiscos y un rosario en el bolsillo (su santísima trinidad), mientra la vida le pasa a los demás. Pero esa vida ya no es tan bonita (ya no caen flores cuando se muere el patriarca), ahora los niños no se sorprenden de ver el hielo, sino que andan en busca de drogas. Y el pueblo también esta dividido, no todos tienen auto, y los que en stgo viven «más abajo de plaza italia», en el pueblo viven en los lugares donde no llegan ni las pocas micros que hay.
    No quiero dármelas de Carmela que viene a la ciudad porque allá la vida es muy fome, sino que quería decir que ya el pueblo no existe… ahora solo existen las ciudades más chicas.


  4. Que puedo decir? me encanta el tono de la entrada, es interesante, además que me parece incluso contrahegémonico leer santiago de esta manera en nuestros días. habla de una subjetivdad que lee.


  5. la ciudad como escenario complejo, el único que nos permite ser un anónimo en la multitud, que invita a recorrer silencioso la velocidad que envuelve las calles y a las personas.
    ser transeúnte es un rol que hoy en día todos jugamos, de la casa a la universidad, de la universidad a la casa. cada recorrido es un nuevo viaje, una nueva lectura, un nuevo pasaje.
    si se puede ser libre al transitar, esa es la ciudad como una novela en la que se puede elegir en que dirección leer.
    me gustó mucho tu entrada.

    valentina m.



Deja un comentario